miércoles, 20 de junio de 2012

Y sobre Olga...

Todos los ojos siempre se fijan en ella. ¿Por qué? No porque sobresalga entre otras personas de su mismo sexo, no. Pero siendo la única mujer con lazos de sangre entre tantos hombres por los que está compuesto el clan... Es de lo más normal que resalten tanto sus cualidades como sus defectos.
Habría que poner en tela de juicio la educación recibida por manos de su tutor, Iván. Muy deplorable las técnicas aprendidas en cuanto a expresión, defensa o ataque. ¡Podría haber sido fatal crecer rodeada de tanta masculinidad! Pero nunca fue así, pues al ser la sola miembro femenino del clan Razhinski, se le recuerda a menudo su condición de mujer, instándola a conservar las maneras propias de su género. 
Esto, sin embargo, es algo que se pudo notar con la pubertad, ya que crecer con Nikolai y Konstantin no hizo que se desarrollase precisamente su dulzura y saber estar.
Este redactor puede recordar con todo lujo de detalles un tierno paisaje que suele evocar de vez en cuando. Hay que decir en este punto que no es fácil colarse en los recintos privados del clan sin un buen motivo, pero un servidor arriesgó la condición física para poder informar al pueblo.


Castillo Razhinski, 1607

- ... ¡Te digo que es trampa, cochina y sucia trampa, Nico!

Los gritos de un chaval que aún no ha llegado a la pubertad inundan el recinto abierto del patio de armas. No hay nadie allí, todo el mundo anda en una escaramuza u otro en esos tiempos inclementes para la Madre Rusia. Me acerco y contemplo la escena sin que me vean, pues podrían lanzarse contra mi del mismo modo que lo podría hacer un adulto. También habría que señalar mi marcado carácter cobarde.
Están en un extremo, lejos de los dos edificios que están al otro lado de los muros del castillo. Nikolai, Konstantin y la pequeña Olga, que como bien sabe el lector, apenas se lleva un año con su hermano. Kolya, sin embargo, sobresale en estatura y porte ante los otros dos, ya que ha entrado en plena adolescencia. Sujeta una espada mal afilada, y un peto de cuero con remaches de metal, el mismo que porta su sobrino, que está tirado en el suelo y agarrándose la bota de cuero, que empieza a mancharse de sangre.
Olga, a quien su tío saca algo así como una cabeza y que está vestida de un modo muy parecido al de sus compañeros de juego usuales, se enfrenta al único que permanece en pie con los brazos en jarras. Aquella pose no dura mucho, porque acaba tumbando a Nikolai de un derechazo. Ni yo mismo pude hacer otra cosa que abrir la boca de forma incrédula. El muchacho se frota la mandíbula y mira a los dos hermanos rubios con ira, sobre todo cuando Konstantin parece olvidar su dolor y empieza a desternillarse de la risa, revolcándose por el suelo. 

- ¡Te ha pegado una chica! ¡Te ha pegado una chica y te ha tirado, ajajajajaja! ¡Nenazaaa!

Hasta Olga parece orgullosa de su deplorable proeza. Digo deplorable, porque ninguno de los tres chavales había - ni yo, hasta ese momento - visto en una de las esquinas a Iván, que los contempla de un modo mucho más abierto que yo, que andaba escondido, con el semblante oscurecido por los pensamientos que le surcaban la mente.
Una sola palabra hace que Nikolai pare en seco el movimiento que había iniciado para devolverle el golpe a su sobrina. Los tres niños se giran hacia ese punto, asustados. Pero la pequeña Ollie, como la solían llamar los suyos, alza los hombros orgullosa de sus actos y corre hacia su tío casi de manera sonriente. 

- ¡Tito Vanya!

- Niña, no me llames así. Nikolai, Konstantin, aquí. 

Y, como si fuesen obedientes canes, ambos muchachos avanzan hacia él, aunque Kostya necesita de la ayuda del que hace unos momentos era su rival. Se quedan frente al cabecilla de su familia cabizbajos, sabiendo que no deberían de haber hecho aquello. En este punto debo señalar que hasta para un servidor le pareció fuera de lo normal ver a Iván allí, sabiéndolo tan ocupado en batallas y escaramuzas provocadas por la Smuta.

- ¿Ha podido contigo tu sobrina, Nikolai? -. El muchacho asiente con la cabeza, sin levantar la vista. Aquello parece un juicio militar.- ¿Y la herida de tu sobrino? ¿De eso también eres responsable? -. Otro asentimiento.

- ¡Tito Vanya, hizo trampa! Cochina y sucia trampa. -. Olga termina su acusación sacándole la lengua al muchacho, que pierde un poco el color ante las barbaridades que suelta su hermano mayor por la boca.

Iván no vuelve a hablar: agarra al muchacho de quince años por el cuello de la camisa y lo arrastra hasta el interior, seguido de Konstantin saltando a la pata coja y Olga, que brinca alrededor de sus tíos hasta que el mayor le da con la mano libre en la nuca en una colleja común.
Dos días mas tarde, esta publicación se enteró de la partida del benjamín de los Razhinski hacia la morada de Dimitri. Como bien sabemos todos, no volvió de allí si no siendo el joven que hoy en día todos conocemos. Igual que todos sabemos el apéndice que perdió ese día Konstantin, y que Olga pasó a aprender la gestión de su morada, como hubieran preparado a cualquier otra matriarca.

Seguiremos informando,

El Noticiero.

jueves, 14 de junio de 2012

Y sus miembros...

Iván

La pregunta que más suscita el jefe del clan Razhinski entre los habitantes de Kundat, ciertamente es la de: "¿En qué está pensando?" y "Oh, dioses, ¿me está mirando a mi? Que no me esté mirando a mi. ¡¿Qué he hecho?!". 
En una aproximación a su figura, Iván puede resultar incluso así lejano. Distante, observador, parece que sus sonrisas le costasen algo más que esfuerzo, como si tuviese que pagar por cada una que esboza. O al menos, eso sucede en público. 

En privado, es decir, rodeado por sus hermanos o Piotr Knelhnitski, Iván no es que diste mucho de aquella pose de hombre que carga con mil y una responsabilidades, pero sí que se puede leer en sus ojos la completa devoción que siente hacia los miembros más cercanos de su familia. 
Recto, comedido, antepone el nombre del clan ante cualquier inclinación personal, ya sea de él o de otra persona.

También, ¿por qué no?, malhablado. Pero aquello es tan común tanto dentro de los muros del villorrio como fuera de ellos que... ¿acaso resalta más por ello? No más que Gheorghi, o el propio Piotr. 
Si seguimos respondiendo a preguntas acerca de nuestro temido líder de comunidad, la siguiente que nos atañería sería la siguiente: ¿Cuáles son sus gustos?
Difícil de responder, ciertamente. Pero aquí siempre efectuamos una exhaustiva indagación, y nos hemos topado con algunas respuestas: el ajedrez. Como hombre mayoritariamente mental, amante de la estrategia militar y la lucha en sí, Iván adora un reto de este calibre concentrado en ese ingenioso juego. Desgraciadamente, no es fácil encontrar en la zona un contrincante que al menos conozca las reglas y presente un reto digno de ser considerado como tal. Ha seguido la tradición de su padre a la hora de encargar y atesorar diferentes mapas, pero su pasatiempo favorito es el que le es vetado aún más que el ajedrez: no dedicarse a nada por un espacio prolongado de tiempo. 
Por otro lado, como bien sabemos, Iván es un hombre fundamentalmente de acción, por lo que no cabe redactar de nuevo a lo que dedica una gran porción de su vida: la lucha, la caza, la persecución. Y el liderazgo. 


Por que no hay que olvidar, queridos lectores, que nuestro temido jefe de clan sigue siendo eso, precisamente. 
Y pese a quien pese, seguirá con ojo avizor - amenazante y protector al mismo tiempo - sobre nuestras cabezas, velando por Kundat y sus habitantes como hicieron todos sus predecesores. 


Seguiremos informando.

El Noticiero.